Una Mexicana indocumentada radicada en Phoenix, Arizona, que recibió indulgencia por parte del gobierno de Barack Obama, fue deportada ayer a nuestro país, lo que, según algunos activistas, fue un primer ejemplo de cómo el presidente Donald Trump planea cumplir su promesa de combatir la inmigración ilegal.
Guadalupe García de Rayos fue arrestada en 2008 en su lugar de trabajo, durante una redada que dirigió el exalguacil del condado Maricopa, Joe Arpaio.
Fue acusada de utilizar el número de Seguro Social que pertenecía a otra persona para obtener un trabajo en el parque de diversiones Waterworld, en Glendale, un suburbio de Phoenix.
Se declaró culpable en marzo de 2009 a un cargo menor de suplantación criminal y fue sentenciada a dos años de libertad condicional. Se le inscribió en el proceso de deportación, pero se le otorgó clemencia bajo las directrices del gobierno de Obama, que estaban enfocadas en detectar a inmigrantes que habían cometido delitos peligrosos.
La trabajadora continuó en Phoenix bajo libertad condicional y la tarde de este miércoles, cuando se presentó a las oficinas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), para una renovación anual de libertad, fue arrestada y puesta en proceso de deportación.
El abogado de Guadalupe García, Ray Ybarra Maldonado, dijo que el ICE le había informado a la detenida que hacía efectiva la orden de su deportación, determinada en 2013.
Antes de la deportación de García, decenas de activistas bloquearon las puertas que rodean la oficina de ICE en Phoenix el miércoles en la noche.
?Ningún ser humano es ilegal?, coreaban. ?Sí se puede?, decían en español.
La policía se apostó alrededor del edificio y confrontó a algunos de los manifestantes. Siete de estos fueron arrestados, de acuerdo al sargento Jonathan Howard, portavoz de la policía de Phoenix.
Cuatro de los arrestados se abrazaron a los neumáticos del vehículo en que agentes del ICE trasladaron a Guadalupe García.
La deportación de García se dio días después de que el gobierno de EU amplió las circunstancias bajo las cuales se deportará a los migrantes indocuentados.
El caso de Guadalupe García de Rayos se convirtió en un grito de batalla para los grupos de inmigrantes que creen que la postura migratoria de Trump separará a familias de manera injusta.
García de Rayos fue deportada alrededor de las 10:00 horas de ayer por el cruce fronterizo de Nogales, y el ICE colaboró con las autoridades consulares mexicanas para su repatriación, señaló Yasmeen Pitts O?Keefe, portavoz de la agencia estadunidense, en un comunicado. Indicó que el caso fue revisado exhaustivamente, y que se halló que la mujer, de 35 años, madre de dos hijos, carecía de ?sustento legal para permanecer en Estados Unidos?.
En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) consideró que la deportación de Guadalupe García es un ejemplo de la nueva realidad que enfrentan los mexicanos en EU ante el endurecimiento de las medidas migratorias en ese país.
La SRE confirmó que tuvo conocimiento de la detención y posterior deportación de García de Rayos, ?a pesar de que se encontraba en libertad durante su proceso migratorio?.
Asimismo, indicó que el Consulado General de México en Phoenix le brindó de inmediato atención y protección para garantizar su integridad y el respeto de sus derechos.
Toda una vida
Guadalupe García de Rayos llegó a Estados Unidos procedente de Guanajuato cuando tenía 14 años.
Vivió como indocumentada en Phoenix desde hace unos 22 años y tiene dos hijos de nacionalidad estadunidense.
Su abogado dijo que las acciones en contra de su cliente podrían empujar a los inmigrantes aún más a la clandestinidad.
?HAGO ESTO POR MIS HIJOS, PARA QUE SIGAN EN SU PAÍS?
NOGALES, Son.? Después de trabajar más de 20 años sin causar ningún problema en Estados Unidos, donde formó una familia, Guadalupe García de Rayos fue deportada desde Phoenix, Arizona, hacia Nogales, Sonora, donde relató que primero fue víctima del alguacil Joe Arpaio y, después, de las nuevas políticas migratorias implementadas por Donald Trump.
Al pisar territorio mexicano por primera vez desde los 14 años, cuando emigró en busca del anhelado ?sueño americano?, la madre de dos jóvenes aseguró que su calvario debe servir de ejemplo a otras familias de latinos e indocumentados en Estados Unidos, para hacer un frente común ante la nueva administración federal.
?Hago por mis hijos, para que tengan un futuro mejor, para que sus sueños no se caigan y sigan estudiando en su país; fui arrestada por el sheriff de Maricopa (Arpaio) por una felonía falsa para incriminarme, duré seis meses en prisión y salí en libertad, me presentaba cada año para que me extendieran el permiso, pero mi caso nunca fue cerrado y ayer (miércoles) me presenté voluntariamente a migración, a pesar de que sabía que me podían repatriar por las nuevas leyes de Trump?, relató Guadalupe en una conferencia de prensa.
?Yo me presenté ante las autoridades porque no quiero estarme escondiendo como si fuera criminal, seguiré luchando por el futuro de mis hijos para que ellos estén bien y que más familias sepan que es importante que se unan para resistir?, agregó.
Junto a Guadalupe, estaban sus dos hijos: Jacqueline, de 14 años, y Ángel, de 16, quienes, con lágrimas en los ojos, vieron cómo las autoridades de su país natal expulsaban a su madre.
TE RECOMENDAMOS